Avances sobre
Psicalmia

Todo empieza con una idea, café de por medio y muchas ganas de hacer algo útil. Nos sentamos con abogados (sí, también tuvimos que ponernos serios un rato) para definir políticas, restricciones y todo lo que hace falta para que Psicalmia sea segura y confiable. Mientras tanto, los técnicos se pusieron manos a la obra con los primeros cimientos del sistema y su modelo generativo, y nuestras psicólogas empezaron a diseñar lo más importante: un MVP con alma, pensado por y para profesionales reales. Spoiler: ya estábamos soñando con la primera beta.

¡Las cosas empiezan a tomar forma! Nuestros técnicos ya tienen lista la infraestructura básica (con muchos cafés de por medio, claro), y por fin podemos empezar a construir el MVP de verdad. Las psicólogas entran en acción y comienzan a probar los primeros pasitos de Psicalmia. Aún tropieza un poco, pero ya camina… y promete.

Llega el momento de nutrir a Psicalmia. Nuestras psicólogas recopilan toneladas de información (literalmente) y los técnicos comienzan el fine-tuning para que el modelo hable psicología con propiedad. Lo entrenamos con rigor, ética y cero humo: aquí no se improvisa, solo se habla con evidencia científica. Nada de inventos, solo conocimiento bien masticado.

Nos pusimos manos a la obra para enseñarle a Psicalmia sus primeros “trucos útiles”. Empezamos a programar las tareas clave que podrá realizar en la fase Beta. Todo pensado para que no solo hable bonito, sino que realmente te eche una mano en consulta.

Psicalmia ya empieza a parecerse a lo que soñábamos, pero... necesitamos ojos frescos. El MVP funciona, la información es potente, pero ahora nos hacen falta profesionales reales que lo prueben sin filtros y nos digan la verdad (aunque duela). Lanzamos el primer anuncio en una newsletter humilde... y bueno, digamos que no rompimos internet.

Decidimos ponernos guapos. Rediseñamos la web para que no solo se vea bien, sino que explique claramente qué queremos lograr con Psicalmia (y por qué vale la pena). Cuando esté lista, lanzaremos un anuncio más trabajado, con menos vergüenza y más intención, a ver si esta vez captamos la atención de los curiosos correctos. Seguimos afinando... y soñando.
Seguimos avanzando...